Foto cortesía IG: @juliana.pv

Marchas y Protestas: Lo Político Es Personal.

Artículo Colaboración María Teresa Alcalá – Feminista

El “destrozamiento” de paredes o monumentos históricos no es algo nuevo.

A lo largo de la historia, paredes, muros, estatuas y monumentos han sido destrozados y derribados, cuando dejan de representar a un grupo determinado de personas, o cuando simplemente la sociedad en la que habitan no práctica los ideales que estos monumentos representan.

Un claro ejemplo de lo anteriormente mencionado es la caída del Muro de Berlín en 1989.

Entonces, ¿qué pasa cuando una joven no regresa a su casa, es violentada, asesinada, y abusada sexualmente a manos de un hombre?

Muchas otras jóvenes del movimiento feminista se deciden a tirarlo todo. A quemar y tumbar lo que sea necesario, porque esa hermana jamás volverá.

El único problema con esto es que todos parecen sentirse aludidos, ofendidos, atacados.

A ti, individuo que se indigna tanto por un monumento rayado o una pared grafiteada, te pregunto: ¿Qué es lo que te tiene tan molesto?

View this post on Instagram

Ni una más, no más. #feminismo #feminista

A post shared by Huitzil (@juliana.pv) on

¿Te molesta más la condición de una pared o un monumento público?

¿Te preocupa e indigna más la condición de una fabricación humana, inmóvil, sin alma, sin sistema nervioso? 

¿Por qué te preocupa más una pared, que fácilmente se pinta, se reconstruye, se arregla, que las miles de mujeres asesinadas y violentadas alrededor del mundo?

Se dice por ahí, “esas no son formas”. Te pregunto de nuevo, ¿quién eres tú para saber cuales son formas y cuales no? Te pregunto, si esas no son formas, ¿cuáles sí lo son?

La caída del patriarcado.

La caída del patriarcado no será cómoda, ni amigable, ni será en “la forma” que quieran los hombres y las personas que se sienten incómodas con todo lo que está sucediendo actualmente.

La caída del patriarcado no será satisfactoria para aquellos que violentan contra los derechos de las mujeres. Pero es 100% necesaria.

La caída de los monumentos, de las paredes, de toda la ciudad también es 100% necesaria y no es más que la respuesta de estas mismas mujeres, quienes están cansadas de quedarse quietas, en sus casas, y calladas, porque “así se ven más bonitas”. 

Tu dices estar cansado de ver paredes rayadas y monumentos grafiteados.

Yo estoy cansada… Quiero que nos escuchen.

Estoy cansada de no poder movilizarme en Uber, porque nunca me siento segura. Estoy cansada de no poder caminar por las noches, no poder vivir tranquilamente mi juventud.

Estoy cansada de no saber quién será la próxima víctima del sistema patriarcal. Una amiga, una familiar, una conocida. Alguna conocida de mis conocidas. Quien sea. 

Y es por eso que seguiremos rayando paredes, monumentos, tirando la ciudad, haciendo lo que sea necesario para ser escuchadas.

Para que a esta situación de violencia se le ponga toda la atención que merece y se alcance una solución. Porque si no, las mujeres seguirán siendo asesinadas. Y ¿qué clase de mundo es ese? 

¿Qué es más valioso?

Antes de indignarte de nuevo por una pared, pregúntate qué es más importante. Un objeto sin vida, fácilmente recuperable, o la vida de aquella mujer, que jamás regresará.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: