Por Dr. José Castillo Ruiz
Como en los cuentos clásicos…
Había una vez una niña inteligente y abstraída en su mundo de la creatividad, que sufría de bullying en el colegio al cual asistía.
Algo extraordinariamente inusual en ella era su gran fantasía para crear cuentos maravillosos que compartía con sus pequeñas amistades.
La mala fortuna la empezaría a acompañar más adelante cuando en la juventud su madre desarrollara una grave enfermedad neurológica progresiva y fatal denominada esclerosis múltiple.
Esta enfermedad la llevaría a la muerte cuando nuestra protagonista apenas tenía 26 años.
Acompañada a esta pérdida se añadió el hecho de que su padre decidió rehacer su vida de pareja con una joven, a los pocos días de fallecer la compañera de su vida.

La Melancolía y la Depresión
Estos tres eventos marcarían en forma temprana una personalidad melancólica que le predispondría a tener depresiones repetitivas a lo largo de su vida, impregnándose de ideaciones suicidas que para bien de la humanidad nunca se cumplirían.
Nuestro personaje, al finalizar un grado académico de letras, intentando superar sus tristezas decidió abandonar su país original al norte de Europa para trasladarse al mediterráneo.
Ahí aprendió un idioma diferente a su nativo anglosajón y se inició trabajando como maestra de idiomas para una población portuguesa en la ciudad de Oporto.
Al poco tiempo de vivir en Portugal, conoció a un “encantador” joven que le bajó el cielo y las estrellas para convertirla en su prometida.
Poco tiempo tardó en su matrimonio para percatarse de que este insigne varón era en realidad un patán misógino, alcohólico y desempleado, quien la maltrataba física y emocionalmente a tal grado que la corrió de su domicilio junto a su pequeña hija que habían concebido.
Impregnada por lo obscuro de su destino, la joven madre decidió volver en la absoluta miseria a su país de origen, llevando cargando a dos de sus sueños más sagrados:
Su pequeña hija y su anhelo de convertirse en escritora trabajando en un manuscrito que había iniciado años atrás.
Debido a su vida económicamente miserable aplicó a una ayuda de su gobierno para personas que viven en extrema pobreza, a través de un bono económico mensual.

Harry Potter y la experiencia cristalizante.
Para entonces nuestra heroína había pasado por varias depresiones .
En un viaje de rutina por tren en el trayecto de Manchester hacia Londres, observando la naturaleza de la verde pradera del Reino Unido, se le vino a la mente el nombre de Harry Potter.
A ese momento de máxima creación se le conoce como “experiencia cristalizante”. A partir de ese momento escribió una de las más célebres sagas de cuentos en la historia de la humanidad.
Partiendo de esa experiencia, el destino de las casas editoriales en todo el mundo cambió hacia una época de bonanza y el mundo infantil obtuvo un nuevo horizonte de fantasía y creatividad.
JK Rowling descubrió que la depresión no existe, siempre y cuando las personas la puedan detectar y desterrar de su cerebro a partir de experiencias cristalizantes.
Como un “homenaje” a sus depresiones, creó en sus cuentos a los famosos dementores, creaturas que simbolizan los síntomas de la tristeza y la depresión.
En la vida real, los dementores son análogos a las partículas energéticas que intensifican la energía en la parte inferior vecina al cíngulo cerebral, conocida como el Área 25.
Es en esta área cerebral en donde se concentra la energía química cerebral durante los episodios de la depresión.
Reencuadre a través de la creatividad
A través de la creatividad literaria, esta ilustre escritora re-enfocó la dirección y energía de los neurotransmisores cerebrales para reactivar el área frontal de su cerebro.
Es ahí donde surge la creatividad, motivación, energía, concentración, memoria y creación de la memoria emocional del futuro (visualización del futuro que nos permite planear y actuar de manera positiva).
Es a través de estas actividades o “ingredientes”, que conforman una buena Dieta Emocional, que esta mujer reinventó el quehacer millonario de la industria de la literatura.
Si en alguna ocasión al comité que otorga los premios Nobel de literatura se le ocurriera el designar un premio nobel honorario, no dudo que esta escritora sería una digna recipiente de tan distinguido premio.

Caos y soluciones
Haciendo alusión al título de este manuscrito, Rowling es una muestra palpable del proverbio chino que dice: “Cuanto más grande es el caos, más cerca está la solución”.
Esta sabia frase hace alusión a la resiliencia y antifragilidad que mostró al mundo dicha mujer, quien venciendo dificultades personales al por mayor supo encontrar el camino para reinventar su empowerment, y así diseñar el éxito de su propio camino, brindando un mundo nuevo de fantasía para niños y adultos.
Una muestra de lo anterior en cuanto a vencer la adversidad lo fue el tesón con que superó los doce intentos fallidos en tantas casas literarias que le dieron la espalda para la publicación de su primer libro.
El eco de su obra literaria resonaría más allá de sus libros sobre el pequeño mago y sus dos acompañantes, a través de las películas y parques de entretenimiento basados en la misma obra.
Como colofón a su obra, podemos decir que metafóricamente, el Harry Potter del área frontal representado por la creatividad, humor y optimismo de esta autora venció a los dementores (angustia, frustración y tristeza) del Área 25 cerebral en donde reside la depresión.